Creencias limitantes: cómo cambiarlas

Las creencias limitantes son ideas o pensamientos que una persona tiene sobre sí misma, los demás o el mundo que pueden limitar su capacidad para alcanzar su máximo potencial. Estas creencias suelen ser negativas y autodestructivas, y pueden surgir de experiencias pasadas, influencias externas o autoconceptos poco saludables. Algunos ejemplos de creencias limitantes comunes incluyen:

“No soy lo suficientemente buena”: La creencia de que uno no es lo suficientemente capaz, inteligente o talentoso como para alcanzar sus metas.

“No merezco ser feliz”: La creencia de que uno no merece experimentar la felicidad o el éxito en la vida.

“No puedo cambiar”: La creencia de que uno está atrapado en su situación actual y no puede cambiar su vida de ninguna manera significativa.

“El éxito es para otros, no para mí”: La creencia de que el éxito y la prosperidad son para otras personas, pero no para uno mismo.

“No puedo confiar en los demás”: La creencia de que las personas son inherentemente poco confiables o no dignas de confianza.

“Siempre fracaso”: La creencia de que uno está destinado al fracaso y nunca podrá alcanzar el éxito.

Estas creencias limitantes pueden afectar todos los aspectos de la vida de una persona, desde sus relaciones personales y profesionales hasta su salud mental y bienestar emocional. Pueden crear un ciclo de autodestrucción y auto-sabotaje que impide el crecimiento personal y la realización de metas.

Es importante identificar y desafiar estas creencias limitantes para poder superarlas y alcanzar nuestro potencial completo. Esto puede implicar trabajar en cambiar patrones de pensamiento negativos, desarrollar una mayor autoestima y autoconfianza, y adoptar una perspectiva más positiva y constructiva sobre uno mismo y el mundo que nos rodea.

¿Cómo transformar tus creencias limitantes?

1. Identifica tus pensamientos habituales. Los más intrusivos y repetitivos.
2. Desafía la validez y la precisión de tus creencias limitantes. Pregúntate si hay evidencia sólida que respalde estas creencias o si son simplemente interpretaciones subjetivas de la realidad. Examina críticamente tus pensamientos y busca pruebas que los apoyen o los contradigan. Puedes tener una libreta para escribir esas creencias y luego responderte con evidencia de lo contrario, o cuestionándote el por qué a eso. Este ejercicio consiste en que puedas desaprender. Tal vez llevas mucho tiempo creyendo algo que no tiene sentido. Recuerda que nosotros le ponemos sentido a lo que vivimos. Si decides cambiar tu interpretación de ciertos conceptos, vivirás mejor.
3. Visualiza tus metas y sueños como si ya fueran una realidad. Visualizarte a ti mismo superando obstáculos y alcanzando el éxito puede ayudarte a fortalecer tu confianza en ti mismo y a superar tus creencias limitantes. ¿Por qué algunos lo han logrado a pesar de sus circunstancias? Tu también puedes solucionar tus problemas.
4. Cultiva una actitud de gratitud hacia ti mismo y hacia los demás. Reconoce tus fortalezas y logros, por pequeños que sean, y enfócate en lo positivo en lugar de lo negativo. La gratitud puede ayudarte a cambiar tu perspectiva y a desarrollar una actitud más positiva hacia la vida. Anota tus logros en una libreta o usando documentos virtuales como en Notion.com, google docs o One note.
5. Cuida tu entorno. Nuestro entorno puede influenciar nuestra mente. Ábrete a la información útil y no a la que te estanca. Presta atención a la música que escuchas, las noticias que recibes, las personas de tu alrededor y lo que hablan, espacios y objetos de tu entorno. Lo que puedes hacer es crear playlists que te hagan sentir con confianza y te levanten el ánimo, escuchar podcasts informativos interesantes, limpiar y ordenar tu espacio en tu hogar y en tu trabajo. Este cambio de entorno te ayudará.
6. Ten en cuenta que estas creencias son temporales, no te identifican. Puedes cambiar tu mente. Si tienes creencias inútiles, eso no significa que tu también eres tus creencias o que eres negativa, o mala persona. Es cuestión de desapegarte de lo que te identifica. Eres más que tus pensamientos. Eres más que tu cuerpo, que tus posesiones. Todo es temporal.
7. Otra forma de desafiar tus creencias es tomando acción. Consiste en primero identificar tu creencia limitante y luego demostrar que está equivocada, como un experimento.

Por ejemplo:

Creencia: “No soy lo suficientemente buena”

Acción: Elige una actividad o proyecto que te interese o te desafíe. Por ejemplo, podría ser aprender a tocar un instrumento musical, aprender un nuevo idioma, o participar en un proyecto en el trabajo. Comprométete a dedicar tiempo y esfuerzo a esta actividad durante un período de tiempo determinado, incluso si inicialmente sientes dudas sobre tus habilidades. Mantén un registro de tu progreso y de las mejoras que observes a lo largo del tiempo.

Al tomar acción y comprometerte con un proyecto o actividad que desafíe directamente tu creencia limitante, tendrás la oportunidad de demostrar a ti misma que estás equivocada y que eres capaz de lograr más de lo que creías posible. Recuerda mantenerte abierta a la posibilidad de aprender y crecer, y celebra cada pequeño logro en el camino hacia desafiar y superar tus creencias limitantes.