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Formar un hábito que contribuya a tu bienestar es un buen paso, pero ¿qué pasa cuando lo dejas de lado después de unos días?
Te traigo unas estrategias sencillas para establecer hábitos saludables:
Haz que esta nueva actividad sea atractiva:
Por ejemplo, intentas hacer ejercicio pero te da pereza, entonces haz ejercicio con un buen outfit de deporte, poniendo tus canciones favoritas de fondo, con un amigo que te anime, o en un ambiente cómodo. Es diferente a que hagas sentadillas sin música, con ropa ajustada y después de almorzar. Si crees que salir a trotar es más atractivo que ir a un gimnasio, realiza ejercicio al aire libre y trota. Lo importante es que esa actividad sea atractiva para que des el primer paso.
Haz que sea sencilla:
Evita realizar muchos pasos o complicarte.
Utiliza objetos o referencias que te recuerden hacer esa actividad:
Utiliza las señales visuales o sonoras. Por ejemplo, si quieres formar el hábito de leer, toma un libro de una temática que te guste mucho, que sea fácil de leer y ponlo en tu escritorio en vez de tenerlo guardado.
Haz esta actividad cada vez más placentera:
No mires esta actividad como algo que debes hacer aunque sea así. Mírala como un hobby, o algo que te gusta hacer normalmente. Haz que la experiencia sea muy inmersiva y que te guste.
Cuando termines recompénsate:
Celebra tus logros a lo largo del camino. Puedes disfrutar de tu comida favorita, pasar tiempo con amigos o simplemente tomar un momento para relajarte y disfrutar del éxito que has logrado.
Formar un hábito puede ser un proceso gradual, pero con paciencia, determinación y un enfoque estratégico, puedes lograrlo. Al elegir hábitos pequeños y específicos, establecer recordatorios visuales, integrar el hábito en tu rutina diaria, establecer metas realistas, practicar la consistencia, perdonar los tropiezos y recompensarte por tus logros, estarás en el camino hacia el éxito en la formación de hábitos.
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