Una amistad siempre será importante para nuestro crecimiento y es complejo admitir que una persona a la que estimábamos ya no hace parte de este concepto. Pregúntate si en el momento presente, esta amistad te está aportando beneficios. ¿Te sientes segura, inspirada? ¿Hay algo que puedas destacar? Si la respuesta es no, acepta que la relación ha cambiado.

No intentes convencerte de que todo es como hace tiempo. El pasado pudo ser gratificante, pero en presente, no está ocurriendo. Y solo porque una relación cambió, no significa que esta persona no haya sido especial, o que el vínculo no fuera fructífero. Todas las relaciones nos dejan aprendizajes, por lo que es necesario valorar lo que fue sin aferrarse al pasado. 

Vivir en el pasado puede hacerte sentir arrepentido, o como si aún tuvieras el control. El pasado es una ilusión… son sólo recuerdos. No hay nada que puedas hacer al respecto.

Las relaciones deben cuidarse. Deben inspirarte. No es necesario escribirse todos los días para saber que cuentas con tus amigos. Pero, cuando una persona ya no muestra señales de interés incluso cuando tu tomas la iniciativa, está claro que la relación se está acabando. 

Todo ha cambiado. A medida que pasaba el tiempo tú cambiaste al igual que tu amigo. Puedes estar agradecida de las experiencias que compartieron y aún así seguir tu camino sin su compañía.